1. BIOGRAFÍA
Steve McCurry nació en Philadelphia en 1950 y está considerado uno de los mejores fotógrafos del mundo.
McCurry se graduó con los más altos honores de la Facultad de Artes y Arquitectura en la Universidad del Estado de Pennsylvania con un ‘cum laude’ en Cinematografía e Historia. Después de trabajar en un periódico durante dos años, lo dejó todo y se marchó hacia la India. La experiencia que allí adquirió le enseñó la recompensa a la paciencia de esperar a que un medio ambiente sea perfecto para formar una magnífica composición.
En 1984 fue ganador del premio al mejor fotógrafo por la Asociación de Fotógrafos de Prensa.
McCurry, también forma parte del consejo de administración de la junta de directores de Imagineasia, organización que ayuda a los niños en las comunidades rurales de Asia para abordar objetivos fundamentales como la educación y las necesidades de atención a la salud. Trabaja en colaboración con los dirigentes de las comunidades y las organizaciones no gubernamentales locales para establecer escuelas primarias que ofrecen la ventaja añadida de la atención médica. Bonnie V’Soske, Thomas M. Niccum y Lawrence Cumbo, son junto a Steve, los otros miembros que componen la junta de directores de Imagineasia.
Steve McCurry es colaborador habitual de la revista Nacional Geographic y de numerosas publicaciones fotográficas, a éste, el éxito le llegó de la mano de la que fue su mejor fotografía.
Fue en 1984 cuando realizó la toma: el rostro de una muchacha afgana en el campamento de refugiados de Nasir Bagh en Peshawar (Pakistán). Los ojos de la chica dieron la vuelta al mundo en la que fue la portada más sonada de National Geographic.
Steve empezó a trabajar en Afganistán justo después de la invasión Rusa en 1979. Aunque fue en 1980 cuando alcanzó un punto decisivo en su carrera, encubierto en vestimenta nativa, cruzó la frontera de Pakistán con el Afganistán controlado por los rebeldes, justo antes de la invasión soviética. Cuando salió de Afganistán tenía los rollos de película cosidos a la ropa, y gracias a esto pudo presentar las horribles imágenes al resto del mundo de la zona devastada por la guerra.
Sus imágenes de Afganistán se publicaron en todo el mundo y demostraron el conflicto que allí había. Su valor para entrar y capturar fotografías de un país en ese tiempo fue recompensado con la Medalla de oro de Robert Capa al Mejor Reportaje Fotográfico del Extranjero, un premio dedicado a fotógrafos que exponen un coraje excepcional y una profunda dedicación a su profesión.
Desde entonces, McCurry ha cubierto numerosas áreas de conflictos, tanto internacionales como civiles; incluyendo la tensión entre Irán e Irak, la desintegración de la antigua Yugoslavia, conflictos en Beirut, Camboya, las Islas Filipinas, la guerra del Golfo Pérsico, Birmani, Yemen, Cachemira, Afganistán,…
2. SU TRABAJO
A lo largo de toda su carrera ha recorrido los lugares más inhóspitos del mundo, captando con una realidad y naturalidad increíbles, las gentes y tierras que visitaba.
“ La mayor parte de mis fotos están conectadas con la gente de esas tierras” dice McCurry. “ Busco el momento indefenso del alma en su esencia cuando esta echa una mirada hacia fuera, es como un experimento grabado sobre la cara de una persona”.
McCurry aprendió a mirar y esperar. Si sabes esperar, como él mismo dijo, la gente se olvidará de tu cámara y entonces su alma saldrá a la luz.
Él no se describe como fotógrafo de la guerra, se centra en la realidad humana de ésta, demostrando lo que impresiona un paisaje y la cara humana.
Steve McCurry ha tenido la muerte bastante cerca. Arrestado y encadenado en Pakistán, casi ahogado en Eslovenia y la India, abatido allí, en la India por las muchedumbres entusiastas y un intento de asesinato por un majadeen.
Ha ganado parte de de las concesiones más altas del fotoperiodismo y es miembro de la prestigiosa agencia Magnum Photos desde 1986. Es el receptor de numerosos premios, incluidos Magazín Fotógrafo del Año, el primer premio de World Press Photo Contest recibido dos veces y una Olivier Rebbot Memorial Award.
Su fotografía aparece en el National Geographic Magazín, centrado recientemente en los templos de Angkor Wat, Yemen, Camboya y Kabul. Cercano a las Torres Gemelas de Nueva York cuando fueron atentadas, McCurry se apresuró a la zona cero, captando conmovedoras imágenes de la injusticia, el dolor y el apoyo de los neoyorquinos en este día trascendental.
La cantidad de instantáneas es inmensa, son muchos años de dedicación a su trabajo. A continuación aparecen algunas fotografías significativas de cada una de sus galerías fotográficas en las que él divide todo su trabajo.
a) Afganistán

Pul-i-Kumri, 2002

Kabul, 2002
b) Camboya

Angkor, 1999
c) Tibet

Bodh Gaya, 2000
d) Burma

Mandalay, 1994
e) Sri Lanka
Su historia en este país toma una relevancia especial después de lo ocurrido en Diciembre de 2004: el Tsunami; que mató a casi 40000 personas nativas. Él fotografió este país diez años antes, y se centró en sus preciosas islas, que fueron más tarde destruidas o incluso desaparecieron.

Weligama, 1995
f) India
“Aún después de visitar la India unas 75 veces, sólo he logrado rozar la superficie de ésta”. Steve McCurry.
A pesar de estas palabras del fotógrafo, en sus imágenes logramos ver más allá y nos transportan a la más cruda realidad de este país.
Quiso fotografiar a la gente durante la peor época del año a la que se enfrentan, el monzón. Y logró captar la instantánea en la que una mujer pide limosna con su hijo bajo la incesante lluvia de este suceso climático.

Uttar Pradesh, 1999

Bombay, 1993

Bombay, 1996
g) Oriente Medio

Yemen, 1997
h) África 
Timbuktu, 1987

Mali, 1986
i) América Latina
Steve McCurry tiene una forma de hacer fotografía en la que utiliza a menudo las imágenes de personas y generalmente de niños.
Como por ejemplo la de un niño latino apuntándose a la cara con una pistola.
Si observamos la mayoría de sus fotos, se aprecia en muchísimas de ellas que el centro de interés de la misma (un rostro, una zona en concreto del encuadre,…) está especialmente iluminada o tiene una luz más acentuada que provoca que el espectador dirija su atención precisamente a ese punto.

Perú, 2004
j) Atentado terrorista 11S 
Nueva York, 2001
k) Kuwait

Kuwait, 1991
3. STEVE McCURRY Y ‘ LA NIÑA AFGANA’
El reconocimiento le llegó de la mano de la que fue su mejor fotografía. Fue en 1984 cuando realizó la toma: el rostro de una muchacha afgana en el campamento de refugiados de Nasir Bagh en Peshawar (Pakistán).
Los ojos de la niña dieron la vuelta al mundo en la que fue la portada más sonada de National Geographic.
Los grandes ojos verdes de la pequeña parecían sobresaltados con las insinuaciones de los azules y el miedo, contaban su historia. Helicópteros soviéticos destruyeron su pueblo y familia, forzándola a hacer un viaje de dos semanas a las montañas peligrosas de Afganistán. “ Este retrato resume para mí el trauma, la situación grave y la entereza con la que esta niña afrontó la situación de necesidad de escapar de su casa para terminar en el campamento de refugiado, cientos de millas lejos” dice McCurry.
La foto se hizo un icono de National Geographic después de que fue publicada en la portada en junio de 1985. Él había pasado sus dos años anteriores trabajando en una historia sobre los millones de refugiados que escaparon de Afganistán durante la invasión soviética. Este fue el único momento en el que vio esta cara anónima, a pesar de numerosos esfuerzos posteriores para trasladarla del camp en el que ella se quedó y ser evacuada.
McCurry dice: “ No hago más que pensar, sólo pasé allí una semana y de esto hace ya 15 años. Sin embargo, después de preguntar a mucha gente a través de todos estos años, todavía no consigo información sobre ella” dijo él en cierta ocasión.
Desde entonces, esta imagen cruda e intacta ha sido usada haciéndola una de las fotos más extensamente reproducidas en el mundo. Sin embargo, en aquel entonces nadie sabía el nombre de la chica, por lo que era conocida simplemente como la ‘la niña afgana’. La foto volvió a la portada de la revista en una edición especial en noviembre de 2001.
Steve McCurry realizó una búsqueda de la joven que duró 17 años. El fotógrafo realizó numerosos viajes a la zona hasta que, en enero de 2002, McCurry quiso averiguar qué había sido de la chica, de la que no conocía ni su nombre, por lo que decidió volver a la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán. Era su última oportunidad de localizarla, pues el campamento de refugiados sería cerrado. Para identificar con seguridad a la chica en caso de encontrarla se procedería a escanear el iris de sus ojos a partir de la fotografía.
Acompañado en su búsqueda por Rahimullah, un importante periodista del país, sólo obtenía falsas pistas, mujeres con un sorprendente parecido físico, rumores de que falleció a los trece años de edad a causa del parto de su primer hijo. Desalentado regresa a Estados Unidos, aunque dejando a Rahimullah continuar con la búsqueda.
Rahimullah encuentra a un hombre que asegura ser el hermano de la muchacha de la foto, así que junto a Boyd Matson, compañero de McCurry, se presentaron en su casa. Afortunadamente lograron obtener el permiso del marido y de sus tres hermanos para hablar con ella y verla, pero con el rostro oculto tras un velo. Ya sabían su nombre: Sharbat Gula.
La periodista Carrie Regan, encargada de hablar con ella y hacerle unas fotos, dijo de su entrevista con la refugiada, que se desconocía su año de nacimiento, pero que calculaba que tenía alrededor de 30 años.
Finalmente, tras la autentificación del iris e investigaciones del FBI, se llega a la conclusión que se trata de la misma persona, por lo que Steve McCurry se desplazó inmediatamente a Pakistán, donde se produjo el encuentro entre ambos. Autorizado a volver a fotografiarla, las imágenes de Sharbat muestran el deterioro causado por el paso del tiempo debidas a la marginación propia de su sexo y las penalidades de ser una refugiada.
Sharbat Gula vive en una aldea remota de Afganistán, es una mujer tradicional pastún, casada y madre de tres hijos más un cuarto que murió cuando era pequeño. Su marido, con quién se casó poco después de su famosa fotografía se llama Rahmat Gul y sus tres hijos Robina, Zahida y Alia. Ella volvió a Afganistán en 1992. Nadie había vuelto a fotografiarle hasta que se reencontró con Steve McCurry y no sabía que su cara se había hecho famosa. Su historia fue contada en marzo de 2003 de la revista National Geographic y en un documental titulado ‘ Niña desaparecida: misterio resuelto’. La sociedad que publica la revista creó en su honor un fondo especial de ayuda al desarrollo y creación de oportunidades educativas para las niñas y mujeres afganas.
Pakistán, 1984

17 años después
4. ANÁLISIS DE LAS 6 REGLAS DE LA COMPOSICIÓN

1. Sencillez _ un único centro de interés
_ las dos personas agachadas y vestidas de negro son claramente el centro de interés de la imagen.
2. Regla de los tercios _ horizonte y centro de interés situado en las dos lineas rojas de los tercios.
3. Líneas _ las palomas que están iniciando el vuelo marcan una línea que termina en las dos personas de negro.
4. Equilibrio _ aunque hay muchas palomas en la imagen, que todas sean blancas hacen que la fotografía se uniforme
5. Encuadre _ es claro el contraste entre el fondo y el primer plano. Negro sobre blanco.
_ situando las personas en el segundo plano se busca la profundidad en la imagen
6. Relación fondo figura _ en este caso el fondo y la figura no están muy diferenciados a causa del edificio de detrás, aunque ese edificio ayude a situar la imagen y a dale continuidad a la plaza sobre la que están las palomas.
5. ALGUNAS PREGUNTAS A STEVE McCURRY
¿Te gusta preparar mucho las fotos o prefieres dejar sitio a la improvisación?
Lo que me gusta es pasear por la calle y... como capturar las cosas. Me gusta deambular y observar, me gusta el simple hecho de vagar por las calles, observando...
¿Para qué compañía o institución te gustaría hacer una campaña publicitaria?Buena pregunta, muy buena... Bueno, cualquier compañía que no corrompa el medioambiente... Un trabajo interesante podría ser para la UNICEF, o para el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, algo así. Algo que sirviera de ayuda y que promoviera el entendimiento, y algo que informara a la gente.
¿Qué es lo más increíble o lo más raro que has visto en tu vida?Lo más increíble probablemente haya sido... puede que sean tres cosas: una fue la destrucción de los pozos de petróleo en Kuwait en 1991, en la Guerra del Golfo; la segunda podría ser el tsunami de hace dos años, que puede que fuera la más horrible; y la tercera quizá el huracán Katrina en la zona de Nueva Orleans. Son situaciones como épicas, de una devastación sobrecogedora, que te asombran totalmente al verlas.
¿Y lo más bonito?Probablemente el Monzón, en Asia, cuando todo se vuelve verde y exhuberante y vuelve la vida... sí.
¿En todos tus viajes, cuándo has sentido más de cerca el peligro?Fue en Eslovenia, casi me mato en un accidente de avioneta (se ríe). Ésa fue probablemente la vez que peor lo pasé.
¿Sigues cubriendo conflictos armados?No mucho, ya no tanto.
¿Te has quemado? ¿Has visto ya suficiente gente matándose y las consecuencias de las guerras civiles y de estos conflictos armados?Bueno, hay otras cosas en la vida que me interesan, aparte de la guerra. Así que estoy haciendo otras cosas, fotografiando otras cosas. Me interesa el budismo, me interesa la situación en Afganistán. La vida no sólo es guerra, hay cosas maravillosas que ocurren y no me siento obligado a hacer una sola cosa.
Después de tantos años trabajando, ¿qué crees que deberías fotografiar y todavía no lo has hecho?Me gustaría ir a Vietnam, y a Mongolia.
¿Me confesarías la fotografía de tus sueños?Puede que una de los nómadas del Tíbet.
¿Cuál es la persona que más te ha impresionado hasta ahora?Probablemente, el Dalai Lama.